lunes, 9 de febrero de 2009

EL SEÑOR ES MI SANADOR


Mi nombre es Estrella Cahuas de Mora, soy miembro de la Primera Iglesia Bautista del Callao, deseo dar testimonio de lo que Dios ha hecho en mi vida y estoy segura que lo seguirá haciendo.
En esta parte quiero contarles acerca del Devocional "Señor sana mis Heridas", nunca me imaginé como éste Estudio transformaría mi vida al meterme de lleno a escrudiñar la Palabra de Dios. Agradezco la invitación que la Hermana Mechita me hizo para desarrollarlo junto a un grupo de hermanas una vez por semana.
Cuando fuimos a la primera clase, llegué llena de heridas que me atormentaban al recordar todo lo malo que habìa vivido en mi infancia, año tras año las cargué, eso me dolía, no tenía paz y mi mente se encargaba de recordarme en todo tiempo mi pasado, me sentía enferma y el enemigo me susurraba que no había sanidad, hasta que comencé a estudiar éste maravilloso devocional escrito por la Hna. Kay(quien se hizo nuestra amiga sin conocerla), cada semana aprendía algo nuevo, versìculos que había leído pero no había entendido.
Allí conocí a mi Sanador, mi Refugio, mi Escondedero, fue lindo entender que es mi Creador, que es el Dios Omniciente que todo lo sabe de mi aun mi suspiro, que es el Dios Omnipresente que está a mi lado en todo momento y es testigo fiel de todo lo que he vivido porque ha estado allí, que es el Juez Justo que no va a dar por inocente al impío, y que me enseñó que yo tengo que perdonar así como El me ha perdonado, como había sufrido mucho para mi era dificil, pero lo logré al entender la parábola del Rey que se puso a hacer cuentas (Mt. 18:23-35), que si Dios siendo Dios me ha perdonado, como no voy a perdonar a otro pecador igual a mi, y cuando lo logré eso trajo libertad, gozo y paz. He aprendido tanto en la Palabra de Dios que ahora valoro mucho lo que Jesús ha hecho por mi al pagar todos mis pecados, por Jehová al hacerme su hija, saber que me ama y soy la niña de sus ojos, en conclusión me siento muy segura en Sus Manos. Se que mientras viva en este mundo puedo ser herida nuevamente, pero ahora se que Dios está en control y todo lo que me pasa tiene un propósito en Sus divinas manos.
Pasaba mucho tiempo estudiando Su Palabra y eso me fortaleció, la comunión intima con las hermanas del grupo también se fortaleció al compartir nuestros testimonios, orabamos unas por otras, y hasta ahora cuando nos encontramos en cada reuniòn en la Iglesia nos estrechamos y nos transmitimos en ese abrazo el amor de Nuestro Padre. Luego estudié el devocional "40 días con propósito" que les compartiré en otra oportunidad.
Quiero agradecer a mi Señor y Padre por todas Sus maravillas, por su gracia y misericordia, y por todo lo que pasó durante el desarrollo del Devocional. He llegado a la conclusión de que mi vida sin Cristo no tiene sentido.