Hace 7 meses
martes, 19 de diciembre de 2006
Testimonio
Mi nombre es Miriam de Rojas. Soy miembro de la Primera Iglesia Bautista del Callao desde hace varios años, y congrego alli junto a mi familia.
En el año 2000, recibí la invitación de mi hermana Mercedes de Rodríguez para integrar el primer grupo formado para llevar el devocional "Señor sana mis heridas", pero por motivos personales tuve que dejar el curso a poco de haberlo comenzado. La hermana Mercedes me invitó nuevamente para formar parte del segundo grupo, con el cual logré culminar todo el estudio sin interrupciones.
Este curso llegó a mi cuando pasaba fuertes pruebas en mi vida, y por medio del el pude entender que todos tenemos heridas que a pesar de los años no han sido curadas, de las cuales Satanás se aprovecha para tenernos atados a ellas, y que a pesar del tiempo causan dolor. Aprendí que el campo de batalla es la mente, y que Jehova Rafa (Jehová Sanador) ha dado medicina a nuestras almas y por medio de ella nos da la victoria.
Durante muchos años luché conta mis pruebas sola y en mis propias fuerzas, pero con este curso aprendí que no debo dejar que Satanás trabaje en mi mente y he logrado obtener victorias gracias a Jehová mi Sanador. El estudio es precioso, y es precioso también ver como Dios sana las heridas de otras hermanas, heridas distintas, ninguna imposible para Dios, y todo a través de su bendita Palabra, La Biblia, que es la fuente de sanación de Dios. Estoy muy feliz de haber llevado este curso.
Finalmente doy gracias Dios por la vida de mi hermana Mercedes de Rodriguez, a quien amo entrañablemente por su amor y tiempo dedicado en servir a Dios, y en prepararse para ser de ayuda a tantas personas.
Dios les bendiga
Miriam de Rojas
Las Sanadas por Jehová Rafa : )
Esta es la relación de hermanas de la Primera Iglesia Bautista del Callao que ya han sido tocadas por la mano de Jehová Rafa:
Emilia de Casas, Noemí de Vargas, Rosa de Motta, Fanny Del Risco, Flor del Risco, Miriam de Alaba, Esther Díaz Araujo, Isabel de Osambela, Miriam de Rojas, Anita de Quintana, Tatiana de La Chira, Patricia de Arce, Juana Gutierrez, Isabel de Millares, Consuelo Araujo, Rosa de Cabrejos, Martha La Rosa, Gladys de Motta, Alicia de Salomé, Yaniré de Lavalle, Aida Lazo, Lourdes Llori, Margarita Palomares, Delia de Arzola, Estrella de Mora, Isabel de Soto, Nahid de Carpio, Giovanna Diaz, Ruth Diaz, Julia de Rojas, Guadalupe Rojas, Brígida de Liñán, Norma Delgado, Mirtha de Vera, Gabriela de Purisaca, Maritza de Velorio, Lourdes de Pantoja, Giuldinait de Golzales, Rosita de Uchoffen, Alejandrina de Barreto, Flor de Aranibar, Julia La Hoz, María Lazo, Rosario Niño de Guzman, Lidia de Torres, Nilda de Fretel, Nancy Pascual, Nicolasa Chacmana, Josefa de Llori, Milagros Mazuelos.
Haciendo Historia
En el año 1997 recibí el obsequio de un libro titulado "Señor, sana mis Heridas" de la escritora cristiana Kay Arthur, de parte de mi hermana Soledad de Moncada, una gran amiga. Debo ser sincera en decir que solamente leí un poco del libro y lo deje de lado, no por desinterés sino porque estaba desarrollando el estudio de otro libro.
A comienzos del años 2000, me encontraba en la ventana de mi oficina mirando a cada una de mis compañeras de trabajo, varias de ellas cristianas hijas de Dios y otras tantas no creyentes, pero todas con algo en común, "Eramos mujeres que estabamos pasando por periodos de pruebas con muchas cargas y heridas espitrituales".
Aun no puedo olvidar que esa misma semana, sentada en mi habitual banca de la Primera Iglesia Bautista del Callao donde congrego y con el corazón dolido por los momentos difíciles que pasaba en mi hogar, miré a varias hermanas que al igual que mis compañeras de trabajo estabamos heridas con una gran necesidad de ser sanadas. Ese día al finalizar el servicio se me acercó una hermana y me dijo: "Mechita, estoy muy herida". Bastaron esas palabras para darme cuenta que Dios tenía un propósito para mi vida.
Fue en ese momento que recordé el libro que había dejado pendiente en la biblioteca. ¡Era el remedio que necesitabamos!... y no dudé el tomarlo al llegar a casa y empezar a desarrollar éste devocional mediante el cual Dios por medio de su bendita palabra me mostró que El es un Dios Sanador dispuesto no sólo a sanar mis heridas, sino la de toda mujer con desesperanza en su corazón, que por años va cargando su dolor.
Fue cuando en una oración salida de lo mas profundo de mi corazón, postrada ante los pies de mi Padre le dije: "Señor, úsame como un instrumento de tu mano sanadora no para mi gloria sino para glorificar tu Nombre, para que en la vida de todas estas mujeres tu amor sea derramado y tu Palabra sane cada una de esas heridas".
Ese mismo año 2000 iniciamos la primera "promoción" de este estudio con mis hermanas Emilia de Casas, Noemí de Vargas y Rosa de Motta quienes nos reuniamos fielmente cada lunes. El devocional que se debe realizar en trece semanas lo desarrollamos en seis meses, durante los cuales Dios sanó nuestras heridas, nos mostró su amor, e hizo maravillas entre nosotras bendiciendo nuestras vidas.
¿Quién diría que a partir de ese momento, después de 7 años 49 hermanas de la Primera Iglesia Bautista del Callao hemos recibido la sanación de nuestras heridas?¿Quién diría que en breve iniciaremos la décima "promoción" de hermanas? Jehová Rafa "El Dios Sanador" ha sido tan fiel con nosotras que a través de la Biblia, que es su revelación perfecta y completa ha sanado nuestras heridas y nos ha entrenado para soportar a las que vengan mientras dure nuestro peregrinaje aqui en la tierra.
Y sigo aquí de pie, por la gracia de mi Señor que me tuvo por digna de encargarme este ministerio con toda mujer que necesite ser consolada y sanada con el bálsamo curativo que es Su Palabra, gracias a El por poner ese deseo y pasión en mi vida para estar dispuesta a ser usada por mi Señor en lo que El quiera con un clamor que sale del corazón y le dice: "Heme aquí, Envíame a mi".
Agradecimiento: A la Hermana Kay Arthur por escribir este precioso devocional, que nos enseña a escrudiñar las Escrituras, a quien amamos sin conocerla, de quien hablamos familiarmente como la "Hermana Kay", cuando nos referimos a ella. Dios bendiga su Ministerio, su familia y siga siendo el instrumento de Dios en todas partes en donde se vende este libro..
A comienzos del años 2000, me encontraba en la ventana de mi oficina mirando a cada una de mis compañeras de trabajo, varias de ellas cristianas hijas de Dios y otras tantas no creyentes, pero todas con algo en común, "Eramos mujeres que estabamos pasando por periodos de pruebas con muchas cargas y heridas espitrituales".
Aun no puedo olvidar que esa misma semana, sentada en mi habitual banca de la Primera Iglesia Bautista del Callao donde congrego y con el corazón dolido por los momentos difíciles que pasaba en mi hogar, miré a varias hermanas que al igual que mis compañeras de trabajo estabamos heridas con una gran necesidad de ser sanadas. Ese día al finalizar el servicio se me acercó una hermana y me dijo: "Mechita, estoy muy herida". Bastaron esas palabras para darme cuenta que Dios tenía un propósito para mi vida.
Fue en ese momento que recordé el libro que había dejado pendiente en la biblioteca. ¡Era el remedio que necesitabamos!... y no dudé el tomarlo al llegar a casa y empezar a desarrollar éste devocional mediante el cual Dios por medio de su bendita palabra me mostró que El es un Dios Sanador dispuesto no sólo a sanar mis heridas, sino la de toda mujer con desesperanza en su corazón, que por años va cargando su dolor.
Fue cuando en una oración salida de lo mas profundo de mi corazón, postrada ante los pies de mi Padre le dije: "Señor, úsame como un instrumento de tu mano sanadora no para mi gloria sino para glorificar tu Nombre, para que en la vida de todas estas mujeres tu amor sea derramado y tu Palabra sane cada una de esas heridas".
Ese mismo año 2000 iniciamos la primera "promoción" de este estudio con mis hermanas Emilia de Casas, Noemí de Vargas y Rosa de Motta quienes nos reuniamos fielmente cada lunes. El devocional que se debe realizar en trece semanas lo desarrollamos en seis meses, durante los cuales Dios sanó nuestras heridas, nos mostró su amor, e hizo maravillas entre nosotras bendiciendo nuestras vidas.
¿Quién diría que a partir de ese momento, después de 7 años 49 hermanas de la Primera Iglesia Bautista del Callao hemos recibido la sanación de nuestras heridas?¿Quién diría que en breve iniciaremos la décima "promoción" de hermanas? Jehová Rafa "El Dios Sanador" ha sido tan fiel con nosotras que a través de la Biblia, que es su revelación perfecta y completa ha sanado nuestras heridas y nos ha entrenado para soportar a las que vengan mientras dure nuestro peregrinaje aqui en la tierra.
Y sigo aquí de pie, por la gracia de mi Señor que me tuvo por digna de encargarme este ministerio con toda mujer que necesite ser consolada y sanada con el bálsamo curativo que es Su Palabra, gracias a El por poner ese deseo y pasión en mi vida para estar dispuesta a ser usada por mi Señor en lo que El quiera con un clamor que sale del corazón y le dice: "Heme aquí, Envíame a mi".
Agradecimiento: A la Hermana Kay Arthur por escribir este precioso devocional, que nos enseña a escrudiñar las Escrituras, a quien amamos sin conocerla, de quien hablamos familiarmente como la "Hermana Kay", cuando nos referimos a ella. Dios bendiga su Ministerio, su familia y siga siendo el instrumento de Dios en todas partes en donde se vende este libro..
Bienvenida
Doy gracias a Dios por permitirme dirigirme a ti por medio de blog. Recibe una cordial bienvenida a este espacio, en donde el principal objetivo es que nuestro Dios, Jehová Rafa "El Dios Sanador", sea glorificado por la obra que El realiza.
Este blog anuncia el estudio bíblico llamado "Señor, sana mis heridas" basado en el libro devocional del mismo nombre escrito por la Hermana Kay Arthur (inspirada y usada por Dios para nuestra bendición). Este estudio es llevado a cabo con mujeres cristianas que congregan en la Primera Iglesia Bautista del Callao en el Perú. Es un ministerio cristiano que llevo como una ofrenda de agradecimiento a mi Padre, por la obra maravillosa, indescriptible y llena de amor que ha hecho, hace y estoy segura que seguirá haciendo en mi vida.
La Palabra de Dios nos dice: "Envió su Palabra, los sanó y los libró de su ruina"(Salmos 107:20), y eso es lo que ha hecho Dios con un gran grupo de mujeres, que recibieron su Palabra, han sido sanadas de sus heridas y libradas de su ruina. A lo largo de estos siete años de Ministerio, El ha derramado bendición tras bendición, y he sido testigo presencial de la mano sanadora de Jehová, no solo en mis propias heridas, sino en las heridas de las personas que han puesto su mirada en Jesús.
Dios les bendiga y que encuentren bendición de Dios en este espacio.
Este blog anuncia el estudio bíblico llamado "Señor, sana mis heridas" basado en el libro devocional del mismo nombre escrito por la Hermana Kay Arthur (inspirada y usada por Dios para nuestra bendición). Este estudio es llevado a cabo con mujeres cristianas que congregan en la Primera Iglesia Bautista del Callao en el Perú. Es un ministerio cristiano que llevo como una ofrenda de agradecimiento a mi Padre, por la obra maravillosa, indescriptible y llena de amor que ha hecho, hace y estoy segura que seguirá haciendo en mi vida.
La Palabra de Dios nos dice: "Envió su Palabra, los sanó y los libró de su ruina"(Salmos 107:20), y eso es lo que ha hecho Dios con un gran grupo de mujeres, que recibieron su Palabra, han sido sanadas de sus heridas y libradas de su ruina. A lo largo de estos siete años de Ministerio, El ha derramado bendición tras bendición, y he sido testigo presencial de la mano sanadora de Jehová, no solo en mis propias heridas, sino en las heridas de las personas que han puesto su mirada en Jesús.
Dios les bendiga y que encuentren bendición de Dios en este espacio.
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